"Jamás lograréis de mí que le aconseje (a mi esposo) faltar a sus deberes".
Sin disminuir su moral y temple, pasó por las cárceles de Caracas, de La Guaira y de Cádiz, allí contestaría: "No renuncio jamás a mis deberes".
Luisa Cáceres, dio a luz y perdió a su bebé en la cárcel.
Sus restos se encuentran en el Panteón Nacional de nuestro país.